“When the kindness and generous love of God our savior appeared,… he saved us through the bath of rebirth and renewal by the Holy Spirit, whom he richly poured out on us through Jesus Christ our Savior.” (Titus 3:4-6).
My dear Blessed Miguel Pro Family,
We are different now! I’m not talking about our new name, or the bridging of our two communities, or an influx of new parishioners, or shifts in ministry priorities and leadership. It’s so much more than that - We are different! Christmas is all about being changed. The coming of Christ in the flesh changes us. When he appeared, “He saved us through the bath of rebirth and renewal by the Holy Spirit,” St. Paul says. Jesus reconfigures broken humanity at it’s core, restoring our fallen human nature back to it’s highest dignity, reorienting us to the praise and glory of God. St. Paul says that we will “be justified by his grace and become heirs in hope of eternal life.” It’s as if our discovery of the Christ child is also a discovery of our own very selves. From the manger, we see the light of heaven shining through, and it stirs in us our own upward yearning - human beings weren’t made for sin, we were made for God’s glory. And we begin to see ourselves much more clearly: heaven’s light is supposed to shine through us as well.
There’s a line from “O Holy Night” that is especially penetrating for me: “Long lay the world in sin and error pining / ’til He appeared and the soul felt it’s worth.” The soul felt it’s worth. Weighed down by sin and the fragility of our human condition, it can be so easy to forget the high calling that we’ve received. Surrounded by the uncertainties of modern life, we can lose our certainty in God’s plan for eternal life. God’s plan for us is different than how we’ve allowed it to unfold. But the Gospel message of Christmas is a joyful reaffirmation of Emmanuel, “God with us,” of God who became one of us because he saw something in us worth saving. The Christmas story is actually quite a simple one: we were off track, and Jesus jumps into the story and begins to rewrite it from within so that we could be back on track. The train was headed nowhere good fast, but Jesus reroutes it back into the loving arms of his Father. And it’s there in the Father’s embrace that the soul ultimately knows its worth.
As our community prepares for Christmas this year, I hope you also get the privilege of seeing some of the beautiful ways that our parish helps people to encounter the love of God! Ground yourself in worship at Mass each Sunday and notice the presence of so many families who are proud to call our community their spiritual home. Drop by our Alpha program one night and listen to the lively conversations from families rediscovering their relationship with Jesus. Or stop by a session of Christian Foundations and see the passionate thirst for understanding that our candidates and catechumens have for their faith. Observe the rather lengthy confession lines at both sites as humble souls are refreshed by God’s infinite mercy. Better yet, experience the power of reconciliation yourself and feel the joy of being unburdened! Place yourself under Our Lady’s tender gaze and the power of her intercession together with our rosary groups and our Guadalupanos. Or aide a SPRED Catechist as they share the Gospel of love with our precious friends with special needs. Maybe attend one of our young adult holy hours just to see the profound reverence and devotion of our friends who are actively discerning God’s plan for their lives. Or work alongside those in our food pantry who see Christ in the poor, the homeless, the migrant, and the refugee while ministering to their basic human needs.
These are just a smattering of ways you might encounter Christ at Blessed Miguel Pro Parish. And that’s always the basic task of our parish - to stay with Jesus, to follow Jesus wherever he leads, to love Jesus and cling to Jesus and to worship Jesus all the way until we do it forever in eternal life. Please help me to keep that basic mission alive. In a spirit of giving, would you consider making a Christmas offering of $150 in honor of our Lord’s birthday. Your support contributes directly to the rising costs of keeping our parish healthy and our mission going. Of course, if another sacrificial gift is more appropriate to your means, any contribution to our mission is greatly appreciated. Be confident that it will be put to good use in service of Christ’s people here in Berwyn, Stickney, and Forest View. We are all different because we’ve met the Lord Jesus! When He appeared, the soul felt its worth! Merry Christmas!
In Christ,
Fr. Bobby Krueger, Pastor
“Cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres…él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.” (Tito 3:4-6)
Mi querida familia de Beato Miguel Pro,
¡Ya somos diferentes! No me refiero a nuestro nuevo nombre, ni a la unión de nuestras dos comunidades, ni el ingreso de nuevos feligreses, ni cambios en nuestras prioridades ministeriales ni el liderazgo. Es mucho más que esto - ¡nosotros somos diferentes! La Navidad se trata de ser totalmente cambiados. La venida de Cristo en la carne nos cambia. Cuando él se manifestó, San Pablo nos dice, “nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo.” Jesús reconfigura nuestra humanidad al fondo, restaurando nuestra naturaleza humana caída a su dignidad más alta, reorientándonos a la alabanza y a la gloria de Dios. San Pablo dice que seremos “justificados por su gracia, herederos en esperanza de la Vida eterna.” Es como si el descubrimiento del niño Dios también fuera un descubrimiento de nosotros mismos. Desde el pesebre, vemos la luz celestial brillando y despierta en nosotros nuestro proprio anhelo divino - los seres humanos no fueron hechos para el pecado sino que para la gloria de Dios. Nos vemos a nosotros mismos con más claridad: esa luz celestial debe brillar en nosotros también.
Hay una frase en el canto “O Holy Night” (Santa la Noche) que no existe en la versión en español, pero me conmueve mucho en inglés. Dice: “Long lay the world in sin and error pining / ’til He appeared and the soul felt it’s worth.” (en español: tanto esperó el mundo en sus pecados, hasta que él se apareció y el alma conoció su valor). El alma conoció su valor. Con el peso del pecado y la fragilidad de nuestra condición humana, puede ser fácil olvidarnos del gran llamado que hemos recibido. Rodeados por las incertidumbres de la vida moderna, fácilmente podemos perder la certidumbre del plan de Dios para la vida eterna. El plan de Dios para nosotros es tan diferente que el que hemos desarrollado. Pero el mensaje del Evangelio en la Navidad es una reafirmación alegre de Emanuel, “Dios con nosotros,” de Dios que se hizo uno de nosotros porque vio en nosotros algo de valor, algo que valía la pena salvar. La historia de la Navidad es una historia bastante sencilla: habíamos salido de la pista, pero Jesús entra en la historia y la empieza a reescribir desde adentro para volvernos a la pista. El tren se dirigía a ningún lugar bueno, y muy rápido, pero Jesús cambió la ruta y lo dirigió a los brazos amorosos de su Padre. Y allá en los brazos del Padre, el almo conoce su valor.
Mientras que nuestra comunidad prepara este año para la Navidad, espero que también Usted tenga el privilegio de ver algunas de las hermosas maneras en las que nuestra parroquia les ayuda a la gente a encontrarse con el amor de Dios. Conecte con nosotros cada domingo en la santa misa y esté atento a las cuantas familias que con orgullo llaman a nuestra parroquia su hogar espiritual. Pase por una de las sesiones de Alfa para escuchar el murmullo de conversaciones animadas de familias entusiasmadas por redescubrir su relación con Jesús. O visite una clase de Christian Foundations para ver la pasión y la sed del entendimiento que nuestros candidatos y catecúmenos tienen para su fe. Observe la fila larga en ambos templos que tenemos cada vez que ofrecemos el sacramento de la confesión y todas estas almas humildes que encuentran su refresco en la infinita misericordia de Dios. O aun mejor, aproveche de una buena confesión usted mismo y sienta la alegría de desahogarse. Quédete bajo la mirada tierna de nuestra Santísima Madre y su poderosa intercesión junto con nuestros grupos del rosario y nuestros Guadalupanos. O ábrase a los niños preciosos con necesidades especiales para compartir con ellos el evangelio del amor junto con nuestros catequistas de SPRED. Tal vez asista a una hora santa para nuestros jóvenes para descubrir su reverencia profunda y la devoción de nuestros amigos que están discerniendo activamente la voluntad de Dios para sus vidas. O trabaje junto con los voluntarios en nuestra dispensa que encuentran a Cristo diario en los pobres, los desamparados, las personas sin techo, los migrantes, y los refugiados, mientras que atienden sus necesidades más básicas.
Esto es solo una muestra de las tantas maneras en las cuales puede encontrar a Jesucristo aquí en la Parroquia Beato Miguel Pro. Y eso es la tarea fundamental de nuestra parroquia - quedarse con Jesús, seguirle a Jesús, amar a Jesús, adherirse a Jesús, y alabarle a Jesús todo el camino hasta que lo hagamos para siempre en la vida eterna. Ayúdeme a mantener viva esa misión tan fundamental. En un espíritu dadivoso, estoy pidiendo a que considere hacer una ofrenda Navideña de $150 en honor del cumpleaños de nuestro Señor. Su apoyo contribuye directamente a los gastos crecientes de sostener nuestra parroquia. Por supuesto, si hace una ofrenda más adecuada a sus posibilidades, siempre estaremos agradecidos por su generosidad. Puede tener la plena confianza de que la pondremos a buen uso en el servicio de pueblo de Dios aquí en Berwyn, Stickney, y Forest View. ¡Todos somos diferentes porque nos hemos encontrado con el Señor Jesús! ¡Cuando Él se apareció, el alma conoció su valor! ¡Feliz Navidad!
En Cristo,
P. Bobby Krueger, Párroco