January 19, 2024
Dear St. Leonard School Families and Parishioners,
Yesterday evening, our neighbors at St. Frances of Rome and St. Odilo schools received the sad news from their pastors that both schools will close at the end of the school year. You can imagine the heartbreaking disruption that this causes to both the staff and families of our neighboring schools, and how important it is for us to sustain them in prayer as they receive this challenging news.
But the decision also causes us to confront a very difficult reality: the schools in our area frequently struggle to operate with a sustainable budget while simultaneously offering robust programming. It’s a balance we constantly juggle with as we set tuition and fundraising goals each year, keeping a pulse on what we need and want in order to give our families a great school while at the same time trying to make it affordable so that all those who want a Catholic education have access to it. This delicate balance is a partnership that depends upon the personal investment of every one of our families into the mission of St. Leonard School and we are so grateful to you for the generous ways you support and promote our school community.
The decision to close St. Frances of Rome and St. Odilo schools was not taken lightly. The pastors of our area met with representatives from the Archdiocese to closely analyze the financial challenges that we all face. Realistically, our schools operate every year with some form of a deficit, one that is usually covered by support from our parishes and a bit of aid from the archdiocese. New this year, though, was the loss of the Tax Credit Scholarship program through the state of Illinois. Last Fall, our legislators ended the Invest in Kids scholarship legislation, failing to defend the interests of lower- and middle-income families who desired better opportunities for their child’s education. Collectively, it represents a loss of more than $800,000 to the closing schools, and that’s on top of the already forecasted deficits. This generates an insurmountable gap, felt particularly strongly by the families at St. Frances of Rome and St. Odilo, where more than half of their students relied on those scholarships to attend. Add to that a declining number of school-aged children in our area that is felt even by the public schools in our neighborhood, the decision was made that our communities can no longer sustain four robust schools. Rather than compete for families, it seemed more prudent to consolidate our efforts into supporting one excellent school in each community of Cicero and Berwyn, thus helping to secure and stabilize Catholic Education for our neighborhood.
Sensitive to the needs of those families who will now have to face this transition, let’s work together to create a warm, hospitable environment where guests immediately feel like members of the family, and each individual is reverenced in their uniqueness and welcomed as we would welcome Christ himself. That’s a fundamental part of the mission in Catholic education, and I’m always grateful to you for your commitment to that mission. Please feel free to contact me directly if you have any questions.
Your brother in Christ,
Fr. Bobby Krueger, Pastor
19 Enero 2024
Estimadas familias de la escuela San Leonardo y feligreses:
Ayer por la tarde, nuestros vecinos de las escuelas Sta. Francisca de Roma y San Odilo recibieron de sus párrocos la triste noticia de que ambas escuelas cerrarán al final del año escolar. Pueden imaginarse la desgarradora alteración que esto causa tanto para el personal como para las familias de nuestras escuelas vecinas y cuán importante es para nosotros sostenerlos en oración a medida que reciben esta dura noticia.
Pero la decisión también nos hace enfrentar una realidad muy difícil: las escuelas en nuestra área con frecuencia luchan por operar con un presupuesto sostenible, al tiempo que ofrecen una programación sólida. Es un equilibrio con el que constantemente hacemos malabares, conforme establecemos metas de matrícula y recaudación de fondos cada año, manteniendo un pulso sobre lo que necesitamos y queremos para dar a nuestras familias una gran escuela mientras al mismo tiempo tratamos de hacerla asequible para que todos aquellos que quieren una educación católica tenga acceso a ella. Este delicado equilibrio es una asociación que depende de la inversión personal de cada una de nuestras familias en la misión de la escuela San Leonardo y estamos tan agradecidos a ustedes por las maneras generosas en que apoyan y promueven nuestra comunidad escolar.
La decisión de cerrar las escuelas Sta. Francisca de Roma y San Odilo no fue tomada a la ligera. Los párrocos de nuestra zona se reunieron con representantes de la arquidiócesis para analizar de cerca los desafíos financieros que todos enfrentamos. De manera realista, nuestras escuelas operan cada año con alguna forma de déficit, que usualmente se cubre con el apoyo de nuestras parroquias y un poco de ayuda de la arquidiócesis. Lo nuevo este año, sin embargo, fue la pérdida del programa de Becas de Crédito Tributario a través del estado de Illinois. En el otoño pasado, nuestros legisladores pusieron fin a la legislación sobre becas Invest in Kids, no defendiendo los intereses de las familias de ingresos bajos y medios que deseaban mejores oportunidades para la educación de sus hijos. Colectivamente, representa una pérdida de más de $800,000 para las escuelas que cierran, y eso es encima de los déficits ya pronosticados. Esto genera una brecha insuperable que sienten de manera particularmente fuerte las familias en Sta. Francisca de Roma y San Odilo, donde más de la mitad de sus alumnos dependían de esas becas para asistir. Agreguen a eso una disminución en el número de niños en edad escolar en nuestra área, que se siente incluso en las escuelas públicas de nuestro vecindario, y se tomó la decisión de que nuestras comunidades ya no pueden sostener cuatro escuelas sólidas. En vez de competir por las familias, pareció más prudente consolidar nuestros esfuerzos para apoyar a una escuela excelente en cada comunidad de Cicero y Berwyn, ayudando así a asegurar y estabilizar la educación católica para nuestro vecindario.
Sensibles a las necesidades de aquellas familias que ahora tendrán que enfrentar esta transición, trabajemos juntos para crear un ambiente cálido y hospitalario donde los invitados se sientan inmediatamente como miembros de la familia, y cada individuo sea reverenciado en su singularidad y sea bienvenido como daríamos la bienvenida a Cristo mismo. Esa es una parte fundamental de la misión de la educación católica, y siempre les estaré agradecido por su compromiso con esa misión. Por favor siéntanse libres de comunicarse conmigo directamente si tienen alguna pregunta.
Su hermano en Cristo,
Padre Bobby Krueger, párroco